Dicen que todo tiene una explicación, y una de esas dos personas quiere buscar la explicación sobre el amor, sobre como su vida ha girado tan bruscamente desde que tropezaron, sobre como nos podemos completar los unos a los otros y finalmente sobre como ha llegado hasta esa terraza, al borde de una gran altura, al borde de un gran edificio y contando las estrellas. Todo por morbo, todo por amor.
Se intercambian roces y observan el horizonte, decorado con enormes edificios iluminados, aman Madrid y sobre todo de noche, oyendo el ruido de los coches y el maullido de los gatos, oyendo los tacones de aquellas fiesteras y alguna que otra resaca, aman hasta el más mínimo detalle en el corazón de esa gran ciudad. Para ella era una cita, y para él también, todas las escapadas y todos los días de sus vidas en los que estaban juntos eran citas. Siempre les quedó la esperanza de que el tiempo se parase ellos sabían que un beso se escaparía, ellos sabían que se salvarían de sus deseos y problemas adolescentes: ella pensaba en sus defectos y en esos anuncios de ''perfectas'' modelos, en como sus defectos la ahogaban y la apartaban de su gente. Él, en cambio, pensaba en sus problemas familiares y en lo mal que trata a su familia. Todo por conseguir lo que el más quiere: estar con ella. Su mundo se pierde, colisiona y desaparece en ella.
El tiempo se paró, él acerco sus labios y ella temblaba de frío, en un suave pero salvaje beso combinado con caricias para transmitirse más calor del que mostraban, se sentían seguros. Juntos no les importaba lo que pensarían, juntos eran leyendas y se completaban. Ella le apoyaba hasta el final, él también, e incluso añadía algún que otro ''eres perfecta para mi''. Y ahí estaban: esos dos humanos rotos, bajo un manto de nostalgia, llenando sus vacíos con besos y miradas, presos de un solo sentimiento.
Se intercambian roces y observan el horizonte, decorado con enormes edificios iluminados, aman Madrid y sobre todo de noche, oyendo el ruido de los coches y el maullido de los gatos, oyendo los tacones de aquellas fiesteras y alguna que otra resaca, aman hasta el más mínimo detalle en el corazón de esa gran ciudad. Para ella era una cita, y para él también, todas las escapadas y todos los días de sus vidas en los que estaban juntos eran citas. Siempre les quedó la esperanza de que el tiempo se parase ellos sabían que un beso se escaparía, ellos sabían que se salvarían de sus deseos y problemas adolescentes: ella pensaba en sus defectos y en esos anuncios de ''perfectas'' modelos, en como sus defectos la ahogaban y la apartaban de su gente. Él, en cambio, pensaba en sus problemas familiares y en lo mal que trata a su familia. Todo por conseguir lo que el más quiere: estar con ella. Su mundo se pierde, colisiona y desaparece en ella.
El tiempo se paró, él acerco sus labios y ella temblaba de frío, en un suave pero salvaje beso combinado con caricias para transmitirse más calor del que mostraban, se sentían seguros. Juntos no les importaba lo que pensarían, juntos eran leyendas y se completaban. Ella le apoyaba hasta el final, él también, e incluso añadía algún que otro ''eres perfecta para mi''. Y ahí estaban: esos dos humanos rotos, bajo un manto de nostalgia, llenando sus vacíos con besos y miradas, presos de un solo sentimiento.
Si te ha gustado el relato, déjame un comentario, compartelo, hazle saber a la gente que tarde o temprano encontraremos a la persona que complete nuestro puzle ♥
¡Qué bonito Garci! Gracias por regalarnos esta entrada tan bonita ¡Es preciosa!
ResponderEliminarCreo que es una de mis preferidas ;D
Ojala encuentre a la otra pieza de mi puzzle ^^
¡Muchos besiiines!
Y la encontrarás. Tarde o temprano :-)
EliminarGracias guapisima. Mil besos
Creo que la idea es buena, pero a tu forma de escribir, en mi opinión, le falta algo. Quizá algo que enganche, algo que te mueva por dentro... Es mi humilde opinión. Mucha suerte.
ResponderEliminarY como las cientos de opiniones: es recibida
ResponderEliminar¡Gracias por visitarme! Un saludo