Miedo, miedo a perderlo todo ¿Y si pierdo la batalla? Miedo a que no quede tinta en el tintero, miedo a no seguir escribiendo en el libro de mi vida, miedo a que nadie me recoga en la siguiente parada de tren, un tren que va a explotar y simplemente, miedo a vivir.
La puerta se abre, seguido de un portazo, el león ruge y te ahuyenta. Te ahuyenta y te escondes, no quieres volver a ver las mismas escenas, ese bucle de escenas llenas de no amor. Se dirige a ti, sus ojeras y su odio se ven reflejados en tus bonitos ojos marrones, unos ojos cansados.
Él te agarra con la intención de hacerte daño, pero no lo permitirás otra vez por eso le detienes y le susurras: ''Todo acabó, vienen de camino'', la puerta se derrumba, parece que no escuchaste nada hasta que viste la ayuda en tus ojos.
Todo acabó por fin, tus piernas recobran la fuerza que les fue absorbida hace mucho tiempo y se te escapa una ligera y rápida pero eterna sonrisa. La libertad te susurra y te mima, el ''miedo'' se va sin despedirse con la intención de volver a caerte pero tu escudo se hace mucho más fuerte. ''Hoy soy más fuerte que nunca, tú me has hecho así''. Acorazado/a y sin saber que será de tí... Adiós temor.
Testimonio a la libertad, continuar valió la pena.
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